Mi cuerpo, mi decisión. La planificación familiar: un asunto de género y derechos humanos

En el marco del Día Internacional de la Planificación Familiar, es esencial reflexionar sobre cómo la perspectiva de género puede marcar la diferencia en la toma de decisiones para las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, ya que juega un papel fundamental en la lucha por los derechos humanos.

Resulta imprescindible reflexionar sobre la capacidad que tienen las mujeres respecto a su poder de decisión sobre sus propios cuerpos al momento de gestar, ya que les termina por afectar en sus actividades del día a día y su futuro.

Por ejemplo, la representación equitativa de género en posiciones de liderazgo es fundamental para lograr un enfoque más justo e inclusivo en la formulación de políticas y estrategias. En este artículo, exploraremos la importancia de tener mujeres en roles de liderazgo y cómo la planificación familiar juega un papel crucial para garantizar un futuro más igualitario y justo para todas las personas.

La Importancia de la representación equitativa

La representación equitativa de género en la toma de decisiones es fundamental para garantizar que las políticas y estrategias adoptadas tengan en cuenta las necesidades y realidades de todas las personas. Durante mucho tiempo, las mujeres han estado subrepresentadas en los espacios de liderazgo, lo que ha llevado a un enfoque sesgado y desequilibrado en la toma de decisiones. Al incluir a mujeres en posiciones de poder, se pueden incorporar diversas perspectivas y experiencias que, de otro modo, podrían haber sido ignoradas.

Numerosos estudios han demostrado que la presencia de mujeres en la toma de decisiones conlleva a políticas más inclusivas y soluciones más equitativas. Las mujeres tienden a priorizar temas como la educación, la salud y la igualdad de género, y su influencia puede romper con las barreras tradicionales y promover un enfoque más humano y compasivo en las políticas públicas.

El impacto positivo de las mujeres en posiciones de liderazgo

Cuando las mujeres ocupan roles de liderazgo, se crea un entorno más propicio para la igualdad de género. Al acceder a posiciones de poder, pueden luchar contra los estereotipos de género y abrir puertas para otras mujeres, inspirándolas a seguir carreras profesionales y a perseguir sus ambiciones. Además, su presencia en estos puestos envía un mensaje poderoso sobre la importancia de la igualdad de género en todas las esferas de la sociedad.

La representación femenina es esencial para el desarrollo profesional de las mujeres, aprende más al respecto en nuestro artículo La brecha de los sueños y cómo erradicarla desde la educación.

Las mujeres en posiciones de liderazgo también son más propensas a apoyar políticas de conciliación trabajo-vida que benefician tanto a hombres como a mujeres. Estas políticas son fundamentales para permitir que las mujeres tengan una carrera profesional satisfactoria mientras mantienen una vida familiar equilibrada.

La planificación familiar como pilar fundacional

La planificación familiar juega un papel esencial en el empoderamiento de las mujeres y en la promoción de la igualdad de género, sin embargo, cerca de 215 millones de mujeres no pueden acceder a métodos anticonceptivos, pese a no querer gestar o encontrarse en un periodo de indecisión al respecto. Cuando las mujeres tienen acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, pueden tomar decisiones informadas sobre el número de hijos que desean tener y el momento adecuado para tenerlos. Esto les brinda la oportunidad de seguir sus metas personales y profesionales, evitando embarazos no deseados que podrían limitar sus opciones y oportunidades.

Pese a esto, según datos de Amnistía Internacional, el 40% de las mujeres en edad de procrear vive en países donde el aborto está prohibido, está restringido o no es accesible, lo que limita y coarta su derecho a decidir sobre sus propios cuerpos, lo cual queda evidenciado con el número de mujeres que han tenido un embarazo no deseado, la cifra ronda los 80 millones, mientras que aquellas que han buscado la opción de interrumpir un embarazo han encontrado solo la clandestinidad, el único camino que queda cuando los gobiernos y las políticas públicas no respaldan las decisiones de las mujeres o les brindan educación sexual adecuada, el 13% de la mortalidad materna mundial se debe a abortos clandestinos.

La planificación familiar también ayuda a mejorar la salud materna y a reducir la mortalidad materna e infantil, ya que las mujeres pueden recibir atención médica adecuada antes, durante y después del embarazo. Además, cuando las familias pueden planificar el tamaño de su descendencia, es más probable que puedan brindar una mejor calidad de vida a sus hijos, lo que contribuye al bienestar general de la sociedad.

La vulnerabilidad de las mujeres ante una mala planificación

Una mala planificación familiar puede tener consecuencias devastadoras para las mujeres. Un embarazo no deseado puede llevar a situaciones de pobreza y marginación, especialmente si la mujer no está preparada para asumir la responsabilidad de un hijo en determinado momento de su vida. Además, la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva puede poner en peligro la vida y la salud de las mujeres, ya que recurren a prácticas inseguras para interrumpir embarazos no deseados.

Asimismo, la falta de acceso a la planificación familiar también puede limitar las oportunidades de educación y empleo para las mujeres. Un embarazo no planificado puede obligarlas a abandonar sus estudios o su empleo, perpetuando así la brecha de género y limitando sus perspectivas de futuro y, por consiguiente, una baja de mujeres en las posiciones de liderazgo.

Para que las mujeres continúen tomando terreno en posiciones de liderazgo y toma de decisiones, es indispensable tener acceso a una buena planificación familiar.

En el Día Internacional de la Planificación Familiar, es vital destacar la importancia de la perspectiva de género en la toma de decisiones y cómo las mujeres en posiciones de liderazgo pueden impulsar políticas más equitativas. La representación equitativa de género no sólo promueve un enfoque más inclusivo, sino que también inspira a otras mujeres a alcanzar sus objetivos y contribuye a una sociedad más justa y equitativa para todos.

Promover la planificación familiar es esencial para empoderar a las mujeres, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre su salud y su futuro reproductivo. Al darles la autonomía para decidir cuándo y cuántos hijos tener, se les brinda la oportunidad de alcanzar sus metas y sueños, y a su vez, contribuyen al desarrollo sostenible y al bienestar general de la sociedad. La planificación familiar es un pilar fundacional para construir un mundo más igualitario, donde todas las personas tengan la oportunidad de prosperar sin importar su género o circunstancias sociales.