Mes del Orgullo: Todos los derechos para todas las personas

Llegó junio y con él, el mes del orgullo de la comunidad LGBTIQ+. Es el mes en el que la bandera arcoíris que representa a la comunidad se posiciona como ícono de la lucha que mantienen y también, como una muestra de celebración, sin embargo, también es un momento de reflexión y visibilización de la discriminación y vulneraciones que, aún, padecen. Es un momento para exigir y levantar la voz por los derechos que aún les falta obtener.

El 28 de junio es el día de conmemoración del orgullo y la libre expresión de la orientación sexual y por ello, queremos celebrar los derechos que han ganado y evidenciar, el resto que la sociedad y las leyes les deben.

Pertenecer a la comunidad LGBTIQ+, motivo de discriminación

A penas hace 33 años, en 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó a la homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales y la aceptó como una variación de la sexualidad humana, sin embargo, las y los miembros de la comunidad siguen sufriendo discriminación y hostigamiento en múltiples ámbitos de su vida cotidiana.

Es entonces, cuando más que una celebración, se vuelve una acción necesaria y reivindicativa, salir a las calles a celebrar y a exigir los derechos que deberían tener, por el mero hecho, de ser humanos, así como generar mayor conciencia sobre la igualdad e inclusión de la comunidad en cada aspecto de la vida sin marcar diferencia alguna.

A 33 años hay cifras que siguen alarmando a la defensa de los Derechos Humanos, por ejemplo, la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (Ilga), denunció que en un tercio de los 193 países que componen la ONU, siguen criminalizando la homosexualidad.

Países como Arabia Saudita, Irán, Sudán y Yemen, algunas provincias de Nigeria y Somalia, la homosexualidad no solo es motivo de discriminación y estigma, sino que, se castiga con pena de muerte.

El avance en materia de derechos humanos de parte de la comunidad LGBTIQ+ es innegable, sin embargo, falta un largo camino por recorrer, por ejemplo, aunque en México, la homosexualidad nunca fue considerada un delito, la discriminación es más que palpable, no solo en acciones, sino, hasta en el vocabulario mismo, además, los homosexuales solían ser extorsionados por los policías bajo el único argumento de ser homosexuales.

Fue hasta 1998, hace 25 años, que la Asamblea Legislativa del D. F. organizó el Primer Foro Legislativo sobre Diversidad Sexual, donde se reivindicó por primera vez ante las autoridades la necesidad de reconocer a las parejas del mismo sexo, sobre todo ante la circunstancia de que el SIDA había provocado que muchos hombres gays quedaran en el desamparo al morir sus parejas, por la falta de reconocimiento civil de su relación.

Y no fue el 17 de marzo de 2007, hace tan solo 16 años, que, por primera vez en nuestro país, se les dio certeza jurídica a las relaciones entre personas del mismo sexo, estableciendo así, derechos básicos como el derecho a heredar, la subrogación del arrendamiento y a la tutela legítima.

Las cifras de la discriminación, el estigma y los prejuicios

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) realizada en 2022, el 37.3% de la población perteneciente a la diversidad sexual, manifestó haber sido discriminada, y además, las cifras son aún más alarmantes cuando la preferencia sexual intersecta con el género, ya que las mujeres lesbianas suelen ser aún más discriminadas en relación a los hombres homosexuales, un 44.6% contra un 30.2%, casi un 15% más.

Y el estigma respecto a la diversidad sexual no solo afecta a las personas de la comunidad en lo legal, como ya vimos, o en el trato de la sociedad, les afecta en aspectos tan fundamentales como el de la salud.

Un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública reveló que casi una cuarta parte de las y los profesionales de salud entiende la homosexualidad como causa del SIDA en México, estigma que perpetúa la discriminación y reduce la calidad y esperanza de vida de quien lo padece.

En este blog intentamos dar algunos datos que demuestran la discriminación y la falta de derechos fundamentales que las personas de la diversidad sexual enfrentan, debido al estigma y las ideas respecto a su sexualidad.

Es por ello que el 28 de junio, y el mes completo, son un momento ideal para hablar del tema y visibilizarlo, sin embargo, la lucha se debe mantener los 365 días del año.

En GOU, nos pronunciamos al respecto y, además trabajamos desde la educación para cambiar la realidad de las personas y, con el tiempo, de las sociedades. Confiamos plenamente que educando con perspectiva de género y de derechos humanos conseguiremos que todos los derechos sean para todas las personas.