La brecha de los sueños y cómo erradicarla desde la educación

En la búsqueda de la igualdad de género, uno de los desafíos más apremiantes en la sociedad actual es cerrar la brecha de los sueños, ¿conocías el término? Este se refiere al quiebre determinante entre las niñas, su potencial y sus aspiraciones en el futuro.

La falta de oportunidades y la discriminación basada en el género pueden obstaculizar los sueños y aspiraciones de las personas, especialmente de las mujeres.

¿Qué es la brecha de los sueños?

La brecha de los sueños es un término que describe una de las principales causas de las diferencias en las oportunidades y los logros educativos entre hombres y mujeres. Hace alusión a ese momento en que las niñas de entre 6 y 8 años comienzan a notar que en una sociedad hecha para varones, y no siempre se puede ser lo que quieran ser y limitan sus aspiraciones por un autoconcepto erróneo basado en roles de género y la falta de referencias femeninas en el ámbito profesional.

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A pesar de los avances significativos en los últimos años, persisten desigualdades que afectan a las mujeres en su camino hacia la educación superior, el desarrollo profesional y el cumplimiento de los sueños que tuvieron de niñas.  

Factores como los estereotipos de género, la falta de modelos a seguir y las barreras socioeconómicas continúan perpetuando esta brecha, impidiendo que muchas mujeres alcancen su máximo potencial. 

La importancia de cerrar la brecha

Cerrar la brecha de los sueños no sólo es un imperativo ético, sino también una necesidad para construir una sociedad más justa y equitativa. Cuando se les brinda igualdad de oportunidades en la educación, las mujeres pueden desafiar los roles tradicionales de género y acceder a una enorme variedad de carreras y campos de estudio. Esto no sólo enriquece su propia vida, sino que también contribuye al progreso social y económico en general.

El papel de las universidades con perspectiva de género

Las universidades desempeñan un papel fundamental en la reducción de la brecha de los sueños. Al adoptar una perspectiva de género en todas las facetas de su funcionamiento, las instituciones educativas pueden crear entornos inclusivos que empoderen a las mujeres y fomenten su participación en la educación superior.

Las universidades con perspectiva de género no sólo brindan a las mujeres espacios para desarrollarse profesionalmente, sino que también forman referentes y modelos a seguir para que las niñas se den cuenta que son capaces de alcanzar grandes metas profesionales y de que la sociedad en la que se desarrollan les ofrece estos espacios para alcanzar su potencial.

En el caso de México, ocupa el último lugar en igualdad de género en América Latina, por lo que la importancia de la educación con perspectiva de género resulta un asunto más que apremiante.

La brecha de los sueños es una realidad y nosotros como sociedad estamos obligados a reducirla para contribuir en la creación de espacios en los que las niñas se sientan seguras, aceptadas, motivadas y que cuenten con todas las herramientas para su desarrollo.

A continuación, mencionaremos tres maneras en las que es posible reducir la brecha de los sueños a través de la educación:

1. Eliminar los estereotipos de género: Es fundamental desafiar los estereotipos de género arraigados en la sociedad y en las instituciones educativas. Esto implica promover carreras y campos de estudio no tradicionales para mujeres y alentar a las estudiantes a seguir sus pasiones sin restricciones.
2. Apoyo y mentoría: Proporcionar apoyo y mentoría específicamente diseñados para mujeres puede ser de gran ayuda. Programas de tutoría, asesoramiento académico y oportunidades de networking pueden ayudar a las estudiantes a superar obstáculos y desarrollar confianza en sí mismas.
3. Investigación y enseñanza con perspectiva de género: Las universidades deben promover la investigación y la enseñanza con una perspectiva de género. Esto incluye abordar cuestiones de género en el plan de estudios, garantizar que los recursos académicos sean inclusivos y fomentar la participación de las mujeres en la investigación y la docencia.

Al crear entornos inclusivos y alentar a las mujeres a perseguir sus metas educativas y profesionales, podemos trabajar juntos para cerrar la brecha de los sueños desde la educación y hacer realidad los objetivos de igualdad de oportunidades para todos y todas.