Cómo educar desde la niñez para disminuir la violencia de género
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La educación y la violencia de género, en principio, parecen dos temas aislados, sin embargo, guardan una relación intrínseca, por un lado, la niñez es ese sector de la población mundial que determinará, en el futuro, cómo nos comportamos como sociedad y, por otro lado, la violencia de género, una problemática que nos afecta desde tiempo atrás y muestra cifras cada vez más alarmantes, se torna un asunto urgente y fundamental para hablar y combatir desde las infancias, con el fin de cambiar la forma en que se aborda y atacar de origen el problema.
¿Se puede hablar de violencia de género a los niños y niñas?
Esta es una de las preguntas más recurrentes, pensamos que la violencia de género es un tema tabú que solo debería preocupar a los adultos que son, aparentemente, los encargados de cambiar las conductas.
La realidad es que los expertos y los estudios indican que desde la primera infancia se debe explorar y enseñar valores para concientizar y contrarrestar la violencia y en especial, la de género.
En el estudio pulso social en América Latina y el Caribe, se reflejó cual es la similitud que existe entre la educación en la niñez y la repetición de conductas violentas en la adultez.
Por ejemplo, se indica en la investigación que hay un 21% más de probabilidades que una mujer acepte conductas violentas cuando en su niñez presenció o sufrió de violencia doméstica. Así mismo, a nivel general, aumenta la probabilidad en 20 puntos porcentuales cuando un niño o una niña fue educado bajo mecanismos de castigo físico.
Del total de mujeres que han sufrido maltrato físico, sexual o miedo hacia sus parejas o exparejas y que tenían hijos en el momento de sufrirlo, el 63.6% afirma que los hijos o hijas lo presenciaron. De éstas, el 92.5% afirman que los hijos eran menores de 18 años cuando esto sucedió.
Se refleja entonces la incidencia que existe en los comportamientos de niños y niñas hacia el futuro en la adultez, por ello se han creado diferentes medios por los cuales se pueden abordar estos temas para poco a poco redirigir la manera en la que actuamos en familia y en pareja.
Iniciativas con la niñez para prevenir la violencia de género
Aparte de una niñez sana, fuera de castigos físicos y procurando no exponer a los menores a visibilizar o experimentar violencia doméstica, el Colegio Brains y el Instituto de la mujer, han creado un decálogo para poder encaminar a los niños y niñas en temáticas sociales y culturales y así, educarlos para prevenir la violencia de género durante su vida.
Aquí te traemos seis de las acciones más importantes que se pueden realizar desde el desarrollo de la pedagogía, así como desde la inclusión e innovación educativa, así como desde la generación de políticas públicas para combatir la violencia de género.
1. Observación y escucha a los menores
El primer paso es el conocimiento, saber los conceptos y preconceptos que tienen los niños sobre el género, la violencia y si tienen indicio de algunas de las situaciones que se presentan actualmente en la sociedad.
2. Destrucción de los prejuicios
Socialmente existen ideas que se trasladan de generación en generación pero eso no indica que deban seguir perpetuándose y necesitan ser analizadas y cambiadas. Por ejemplo: “fregar los platos es de mujeres”, “Los hombres no lloran” o “el azul es de niños y el rosa de niñas” son algunos paradigmas sociales que en la actualidad existen y deberían ser erradicados desde los primeros años de vida.
3. Pulir las ideas de los niños y niñas evitando las generalizaciones
Aquí se actúa como una guía para la infancia, no se trata de moldear sus ideas sino llevarlas desde el autoconocimiento y reconocimiento haciendo hincapié en que las generalizaciones inducen, la mayoría de las veces al error.
4. Integrar a los niños y niñas a todo tipo de labores
Como complemento de la destrucción de los prejuicios, se hace vital no sólo reconocerlo como una acción necesaria, sino actuar de manera concordante, por lo que resulta fundamental llevar a cabo acciones que desmonten paradigmas sociales sobre “lo que hace o no hace un niño o una niña” e integrar al 100% de los infantes en tareas por igual, sin diferenciar en tareas de mujeres y hombres.
5. Compartir la información
Tal como indica la pedagogía, la conversación es indispensable ya que el pensamiento crítico y el desarrollo de ideas brinda información sobre la violencia de género no solamente para transmitirla sino también para conocer lo que los niños y preadolescentes observan, piensan y sienten.
6. Dar ejemplos como adultos
Vimos anteriormente cómo los patrones de conducta son fácilmente replicados por los niños, es importante no solamente reforzar desde casa sino también desde lo educativo como se actúa en una sociedad justa, equitativa en la que estos patrones nocivos tienen otra salida.
Esta es la manera en la que se podrá prevenir la violencia de género y orientar a la niñez en pro de un cambio progresivo en conductas, ideales erróneos y educación constante sobre la igualdad social. Es necesario además recordar que existen varios frentes desde los que se pueden abordar y aportar para la disminución de este y todo tipo de violencia, ya sea desde nuestra posición social como individuos o desde la profesión generando acciones de cambio más grandes a nivel nacional.