Aplicaciones web, presente, pasado y futuro

 

Las aplicaciones y páginas web existen desde el año 1990, concretamente, desde el 20 de diciembre, día en que Tim Berners-Lee, padre del World Wide Web (WWW) publicó el sitio web que se encuentra disponible en el enlace: http://info.cern.ch/hypertext/WWW/TheProject.html. 

En primer lugar, es importante destacar la diferencia que existe entre una aplicación web y una página web. En una página web, los usuarios no pueden modificar de manera dinámica el contenido que están viendo en ese momento. Es decir, la página cuenta con un contenido multimedia en forma de texto, imágenes, videos, sonido y otros elementos multimedia, y el usuario no puede realizar una modificación directa de estos. Sin embargo, en las aplicaciones web, los usuarios sí pueden interactuar con este tipo de sitios web, modificando lo que visualizan. Un ejemplo de ellos es, un gestor de contenidos que tiene un panel de administración mediante el que los usuarios pueden añadir entradas a un blog o productos a una tienda online. De esta manera, en una aplicación web podrá existir también una interacción con una base de datos.

Explicada esta diferencia, es interesante destacar la evolución que han tenido las tecnologías webs a lo largo de los años. Lo que se conoce como web semántica apareció a partir del año 2006 y se implantó a lo largo del año 2010. Hasta esa fecha, los sitios web estaban creados para los usuarios y un sistema informático no era capaz de procesar y entender la semántica contenida dentro de cada web. En la web semántica sí existen etiquetas que permiten que un sistema informático acceda y procese el contenido semántico de los sitios web.

Un ejemplo muy claro de esta evolución se aprecia en los buscadores. Hace años, al buscar “cuándo juega el Real Madrid”, los buscadores se encargaban de buscar sitios web que tuvieran esas palabras clave. Actualmente, gracias a todos los avances pertinentes, cuando el usuario realiza esa búsqueda, el buscador entiende la semántica de la frase y devuelve la web que contiene la información que realmente desea el usuario.

 

Hoy en día, disponer de un sitio web tiene diversos beneficios para particulares, empresas y otras entidades. Internet es el mayor escaparate que existe y los beneficios que aporta el poder compartir información a través de ella se traduce en mayores ingresos, mayor visibilidad de una marca o persona y en definitiva, un sin fin de ventajas  asociadas.